Canalización de vía venosa periférica
En la actualidad la gran mayoría de los pacientes hospitalizados son portadores de uno o varios catéteres venosos, ya que estos son de gran utilidad para la administración de medicación, sueroterapia, sangre, alimentación parenteral, etc. En la siguiente gráfica podemos observar la prevalencia de las vías vasculares en los pacientes:
Como vemos en la gráfica, más de la mitad de los pacientes hospitalizados son portadores de vías vasculares, y por tanto la canalización de estas es una técnica muy habitual para enfermería. Dentro de ellas la de mayor prevalencia es la vía venosa periférica, por eso comenzaremos por explicar la canalización de vías venosas periféricas:
Comenzaremos por explicar el material necesario para esta técnica:
- Compresor
- Solución antiséptica
- Guantes
- Algodón o gasas estériles
- Catéter venoso
- Llave de tres pasos
- Jeringa
- Suero fisiológico
- Apósito (preferiblemente transparente)
- Steri-Strip
Antes de realizar el procedimiento, debemos realizar el correspondiente lavado de manos, identificar al paciente y explicarle el procedimiento que vamos a llevar a cabo.
Una vez hecho esto, comenzaremos con el procedimiento:
En primer lugar nos pondremos los guantes (no estériles) y colocaremos el compresor, unos 10 cm por encima del lugar en el que vayamos a realizar la punción. Posteriormente realizaremos la palpación de las venas, descartando principalmente aquellas que ya han sido rotas, las que están encalladas y las que no estemos seguros de poder llegar a canalizar. En la palpación también nos fijaremos en el calibre de la vena elegida, para poder así elegir el catéter con el calibre más adecuado, los más utilizados en adultos son el 22, 20 y 18.
Una vez elegida la vena llevaremos a a cabo la punción, teniendo en cuenta que el bisel de la aguja esté hacia arriba. Cuando veamos que refluye sangre, sujetaremos con una mano el fiador mientras que con la otra iremos introduciendo el catéter poco a poco. Una vez introducido, quitaremos el fiador y conectaremos la llave de tres pasos purgada. Seguidamente continuaremos con la fijación de la via, para lo cual podremos utilizar steri-strip y un apósito transparente. Puede ser también de utilidad la utilización de esparadrapo o de una malla para mayor fijación.
En último lugar para comprobar el correcto funcionamiento de la vía podremos inyectar a través de una jeringa un poco de suero fisiológico.
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